El Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) llevó a cabo un taller para capacitar a su equipo sobre el Código de Ética, una herramienta esencial en la prevención de la corrupción en el Organismo Ejecutivo. La Comisión Nacional contra la Corrupción (CNC) participó en la actividad para fortalecer y enfatizar en algunos conceptos.
El Código de Ética es una herramienta que guía el buen desempeño de las y los funcionarios públicos. Además, sienta las bases para que la integridad, la ética y la probidad sean características inherentes del servicio público. Como parte de ese objetivo, el Ministerio de Trabajo organizó un taller destinado a socializar los elementos clave del Código de Ética entre sus trabajadores. La actividad, que tuvo como objetivo principal reforzar los principios y aplicaciones del documento, contó con la participación del director ejecutivo, Julio Flores. Durante su intervención, Flores subrayó la importancia de implementar el Código como guía en la labor diaria de las y los servidores públicos.
Complementando la jornada, Geovani Avendaño, director de Mecanismos de Prevención, brindó una presentación sobre los aspectos técnicos del documento. Avendaño destacó cómo estos principios deben integrarse en el desempeño de las funciones gubernamentales, promoviendo un ambiente de transparencia y responsabilidad.
Herramienta para fortalecer las instituciones
El Código de Ética del Organismo Ejecutivo, aprobado el 19 de abril bajo el decreto No. 62-2024, es una insumo fundamental en la lucha contra la corrupción. Este documento establece un conjunto de principios éticos que guían la conducta de los servidores públicos y contratistas y el establecimiento de las oficinas de probidad en las instituciones del Organismo Ejecutivo.
Los principios del Código incluyen responsabilidad, vocación de servicio, transparencia, no discriminación y prudencia, todos orientados hacia la primacía del bien común y la legalidad. Estas directrices se aplican universalmente dentro de los ministerios, secretarías y demás instituciones del Organismo Ejecutivo, asegurando que todos los actores gubernamentales se adhieran a estos estándares éticos.
Como parte del proceso de implementación, las entidades deben establecer las instancias de probidad. Esta plataforma contribuye a contar con procedimientos que avalen el cumplimiento del Código y demás elementos inherentes de la transparencia en la administración pública.